La tarantela del spread
Tres años atrás la crisis griega agitó el pánico en los mercados de deuda
soberana y desencadenó una generación de políticas de austeridad a ultranza. Desde
entonces, se sufre ante cada episodio electoral y la reaparición política de il cavaliere amenaza ahora con hacer
danzar de nuevo los mercados a ritmos de nerviosa tarantella.
Deberíamos aprender de la experiencia y evitar tanta incertidumbre. Las
raíces del problema estaban en la debilidad del sistema financiero, el
endeudamiento de las familias y el diseño defectuoso de la unión monetaria. Se
apostó por la ortodoxia ante la avalancha de activos de riesgo en la banca y el
tesoro público, con los spread (las famosas
primas de riesgo) disparados por la desconfianza latente sobre la devolución de
las deudas y el futuro de la eurozona.
La calma ha vuelto a los mercados pero la medicina prescrita no tiene los
efectos anunciados, pues los países con mayor ajuste fiscal ven crecer su
endeudamiento a medida que la austeridad deprime la actividad económica.
Ha sido suficiente el compromiso firme del BCE para atajar las tensiones
financieras. Uno se pregunta qué habría pasado si esa implicación se formula
mucho antes. Se ha otorgado demasiada influencia política a unos mercados que sólo
actúan de acuerdo a los parámetros que los definen. Se mueven por expectativas y
son sensibles a todo lo que ponga en riesgo la rentabilidad esperada de las
inversiones. El problema no son sus episodios de pánico y euforia sino como se
interpretan sus señales.
Emprender un duro ajuste mientras la reestructuración bancaria se financia con
fondos públicos y elegir la cifra de déficit público como indicador de mejora
económica es poco consistente. Y poco inteligente es que el norte de la
eurozona opte por no estimular su economía para suavizar el ajuste de sus socios.
Se habla del riesgo de que vuelva la inestabilidad a los mercados, pero… ¿es
estabilidad cuando la remuneración de la deuda alcanza valores negativos o
cuando el capital financiero fluye siempre en la dirección de los mismos
activos?
Sería bueno aprender que la política económica no debe guiarse por los cambios
en el sentimiento de los mercados. No pondrá en riesgo la eurozona el desfile
de velinas sino la persistencia del todo por la banca alemana, que ha
llevado a confundir la deseable austeridad en la gestión con un ejercicio
indiscriminado de recortes públicos.
(Transcripción del comentario de hoy en Gestiona Radio)
En formato de audio: La tarantela del spread
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