Bits & coins
Bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto se ocultan los
responsables de una de las iniciativas más innovadoras de dinero digital. Hablo
de los bitcoins, un fenómeno que va más allá de la creación de una moneda electrónica
y que genera debates de contenido muy técnico vinculados con protocolos,
algoritmos matemáticos, programas informáticos y criptografías.
Sin embargo, el debate sobre esta moneda virtual
está alcanzando su punto álgido por cuestiones meramente económicas. Su
capacidad para triplicar su cotización en apenas dos semanas ha puesto sobre la
mesa si estos tipos de monedas abrirán una dimensión desconocida para la
gestión monetaria de la economía.
Como en otras muchas innovaciones radicales, aparecen
tanto adeptos entusiastas como grandes detractores.
Pero, hasta el día de hoy, todavía en círculos muy reducidos. Y ése es uno de
los problemas esenciales de la iniciativa. Debemos recordar que las monedas
tienen una doble función: por un lado, como unidad y depósito de valor; por el
otro, como medio de pago.
Que la cotización del bitcoin cambie constantemente
no debería llamarnos la atención si son transparentes los mecanismos que
determinan los cambios en la oferta y la demanda. Que se convierta en un objeto
más de especulación financiera tiene pues un interés limitado.
Más esencial es comprender que si una moneda no se
reconoce como medio generalmente aceptado de intercambio, su utilidad es
irrelevante. Ahí radica su principal reto. Y la volatilidad es un enemigo
temible para la confianza y el uso de una moneda. Más allá de algunos ejemplos
llamativos sobre transacciones comerciales con bitcoins, uno de sus principales
problemas es la incertidumbre sobre su valor futuro y la falta de confianza en quien
respalda dicho valor, una de las funciones esenciales de todo banco central. Preocupa
su posible uso en operaciones fiscalmente opacas e incluso delictivas pero su
futuro no está tan vinculado a aspectos regulatorios como a la aprensión que generan
el anonimato y la complejidad técnica y que pueden transformar una innovación
atractiva en un pasatiempo caro para frickies
y amantes del riesgo financiero.
Intermediarios y agentes financieros de las
mayores economías del globo probablemente se apuntarán pronto a un mercado que
ofrece oportunidades de negocio pero ir más allá de su uso como activo
financiero especulativo sólo será posible si crece el arraigo social de estos
mercados electrónicos. Otro tema abierto para un 2014 que se presenta apasionante.
(Reproducción del comentario semanal de actualidad económica en Gestiona Radio)
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