¿La hora del smartwatch?
Entre los asistentes a la espectacular conferencia
de Apple se volvió a oír el célebre lo
han vuelto a hacer. Efectivamente, el martes pasado la compañía quiso
volver a ser el referente de la innovación digital, lanzando dos nuevos modelos
de iPhone, con mejoras incrementales en diseño y prestaciones, y presentando en
sociedad su primera innovación radical de producto desde la aparición del iPad.
Se trata del AppelWatch, un nuevo reloj inteligente con conexión a internet.
Fue un día clave para la estrategia y el futuro de
la organización, si se analiza desde su posición en el mercado. Mientras que la
aparición de nuevos modelos de smartphones parece una respuesta convincente y
de bajo riesgo a la presión creciente de los competidores, dada la alta fidelidad
de los consumidores de Apple; en el caso del smartwatch, la apuesta es mucho
más atrevida. A favor juegan su magnífico diseño, la variedad de modelos disponibles
y su conectividad con otros dispositivos de la compañía.
Pero la empresa se arriesga a que el producto sea
considerado un gadget de interconexión entre dispositivos Apple muy elegante pero
poco provechoso. Vista la tendencia de los productos digitales a reducir su
costes y aumentar sus prestaciones con el paso del tiempo, el principal reto
del AppelWatch para atraer a la mayoría de consumidores no estará en su precio sino
en evidenciar su utilidad real, dada la dificultad para desarrollar tareas
complicadas en un dispositivo de dimensión tan reducida, la pérdida de costumbre
de usar relojes de muñeca y su redundancia con los teléfonos inteligentes.
Probablemente, la compañía deba ir en el futuro más allá de las prestaciones
actuales del dispositivo y sumergirse de pleno en el universo del big data,
como mecanismo de interacción con sensores externos y de captación de
información de los usuarios.
De hecho, el primero de los relojes inteligentes,
el Galaxy Gear de Samsung, apenas ha conseguido alcanzar una demanda significativa
y aún menos los modelos posteriores de otras compañías. El mercado de relojes
inteligentes apenas alcanza hoy al 3% del mercado norteamericano. Pero Apple
siempre ha tenido talento y visión de futuro para concebir y expandir mercados
para sus nuevos productos. Probablemente sea este el principal reto de la compañía:
convencer a su legión de fans que continuar usando Apple sigue siendo no sólo algo
muy cool sino también un valor de
distinción.
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