Discriminación rosa

Aunque lo parezca, el título no hace referencia a un episodio de los célebres dibujos animados de la pantera rosa sino a un fenómeno económico que un reciente informe del Ayuntamiento de Nueva York ha vuelto a poner sobre la mesa. Las empresas discriminan precios en función del género de sus consumidores y son las mujeres las que salen perdiendo con esta estrategia. Es lo que se conoce como la tasa rosa. No se trata sin embargo de ninguna tasa o impuesto, ya que este comportamiento nada tiene que ver con la intervención de la administración sino más bien de un sobreprecio que se paga por adquirir productos que están preferentemente orientados hacia las mujeres. Hay evidencias de que las versiones de determinados productos destinadas al público femenino son más caras que sus equivalentes mayoritariamente consumidos por hombres. Los motivos por lo que esto sucede en parte están relacionados con el comportamiento de la demanda pero principalmente con el poder de merca...