Bono, bonito y barato

Tal y como había anunciado, Draghi sigue haciendo todo lo que considera necesario. En su estrategia de llegar hasta las últimas consecuencias, el Banco Central Europeo ha iniciado su programa de compras de deuda corporativa. Un mes más tarde, el balance de las primeras operaciones es ilustrativo. La autoridad monetaria de la Eurozona se ha lanzado con convicción a la compra de estos activos financieros, tanto directamente adquiriendo nuevas emisiones como operando en el mercado secundario. Aparentemente, ha actuado de forma indiscriminada, sin atender apenas a la naturaleza o vencimiento de los activos ni mucho menos a su rentabilidad actual en el mercado. Hasta el momento, el BCE ha adquirido 440 diferentes tipos de bonos corporativos, correspondientes a 158 de las empresas y corporaciones inicialmente consideradas como elegibles. A efectos prácticos, la mayor parte de valores de renta fija que circulan en el mercado han cap...