Demolición laboral

El proceso de derrumbe laboral sigue su curso en España. Cada nuevo día 3.600 personas pierden su empleo. Hoy, pugnamos dignamente con economías centroafricanas y antiguas repúblicas soviéticas para liderar la Champions League del desempleo. La pérdida de 322.000 empleos agrava la sangría que el paro persistente y masivo ejerce sobre las arcas públicas. Tiempo es de reaccionar con premura y acierto. Pero, cual desventurado Ulises que busca infructuosamente el camino de regreso a casa, seguimos atentos a cantos de sirena que nos atraen hacia los peligrosos arrecifes de la ruptura social. La política de recortes, despidos y aumentos impositivos no consigue reducir ni déficit ni deuda pública, perjudicados ambos por la caída de actividad inducida y por el coste del rescate bancario. Más de 60.000 millones de euros ya se llevan invertidos en sostener la viabilidad de entidades mal gestionadas que todavía hoy son incapaces de reactivar su oferta crediticia. Y ni el descenso ...