Futuro industrial



Uno de los grandes damnificados por la crisis financiera está siendo el sector industrial. En la Europa meridional sufre la industria pero en la septentrional también la globalización genera quebraderos de cabeza, hasta el punto que en la mayor parte de las economías se haya la industria en pleno proceso de transformación estratégica, vistos los beneficios menguantes de la deslocalización.

Muchas industrias europeas han asumido que pretender competir en el mercado global en base a bajos salarios es una opción de expectativas limitadas. En cambio, el contexto actual invita a combinar una estrategia de especialización inteligente con la necesidad de encontrar nuevos nichos de mercado.

Es evidente que sería positivo alterar la estructura sectorial en favor de actividades más intensivas en conocimiento pero ello requiere una mayor inversión en ciencia y tecnología y un sistema educativo de calidad. No es pues un objetivo fácilmente alcanzable a corto plazo en nuestro país.

Sin embargo, mayores oportunidades de mejora se abren si sabemos aplicar estratégicamente las nuevas tecnologías a las industrias ya arraigadas, para ofrecer productos más complejos y nuevas soluciones tecnológicas. Hay que atreverse a romper las fronteras entre sectores e inserir la actividad industrial en otras actividades de mayor valor añadido, explorando las oportunidades que ofrecen la biotecnología, los biomateriales o los contenidos digitales.

Es tentador pretender salvar la industria buscando aquel mirlo blanco que arrastrará todo el sector hacia Eldorado pero mientras tanto sería bueno actuar sobre aquellos factores intrínsecos que favorecerían el despegue de la industria actual. Se trataría de fomentar las alianzas estratégicas para la internacionalización, facilitar la creación de marcas globales, estimular fiscalmente y sin limitaciones la inversión en I+D de las pequeñas empresas y promover nuevos modelos de negocio y nuevas prácticas de organización y gestión empresarial.

Aunque el refrán dice que industria, pluma y espada, si no hay estrella, no son nada, mejor que añadamos un poco de orientación estratégica a los designios del azar.

(Reproducción del comentario semanal de actuaidad económica en Gestiona Radio)

Este fin de semana también participé en un monográfico del diario Expansión sobre la reindustrialización. Os adjunto el artículo:

El futuro de la reindustrialización


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