What's Up, Facebook?
Celebra la ciudad condal una
nueva edición del Mobile World Congress, con la asistencia de casi 80.000
emprendedores y directivos de las principales empresas del sector, mientras
anda sacudido el mundo tekkie por la
espectacular adquisición de WhatsApp por parte de Facebook.
Cuando se pregunta qué busca la
principal red social invirtiendo una fortuna en el negocio de mensajería instantánea
para móviles, se oyen muchos argumentos distintos, un indicio de que la jugada
estratégica del imperio Zuckerberg es más poliédrica y tiene más matices de lo
que aparenta. ¿Paga Facebook para eliminar un competidor? Demasiado simple y
demasiado caro.
WhatsApp aglutina una red de más
de 450 millones de usuarios que, atraídos por la sencillez, versatilidad y bajo
coste de la aplicación, han desertado totalmente del sms, la fuente de negocio más lucrativa para los operadores
de telefonía móvil en los años recientes. La operación confronta dos modelos de
negocio distintos en un sector regido por la innovación y el cambio
tecnológico.
Lo que compra Facebook es, por
tanto, un producto multidimensional, que le da entrada al negocio de la
telefonía inteligente, acceso a una enorme base de información y datos y la
experiencia de hacer crecer una idea y convertirla en rentable aprovechando las
características esenciales de un bien informacional.
Por un lado, Facebook arriesga
para continuar diversificando su estrategia de negocio, tras la compra de
Instagram, y convertirse en la empresa de referencia en Internet al tiempo que
aprende a hacer negocio sin el ansiado maná
de la publicidad y los juegos interactivos. El valor está en la red y en la comunicación
y el negocio en el uso comercial de la información generada. Estamos ante un
movimiento estratégico relevante en el mundo del Big Data, las grandes bases de
datos donde la información se convierte en producto e instrumento para
personalizar servicios y aplicaciones.
Pero a la vez WhatsApp es un
símbolo. Y es algo más: es cool,
sobre todo entre los jóvenes europeos. Es tener éxito pensando en el producto y
no en el dinero. Y esta estrategia de marca debe ser cuidadosamente gestionada
por Facebook. Nadie había crecido tan rápidamente en el negocio de Internet, algo
imposible sin saber conjugar oportunidad y fidelidad. El reto de Zuckerberg no
será tanto recuperar la inversión como garantizar que WhatsApp continúe siendo percibido
como algo especial y distinto.
(Reproducción del comentario de actualidad en Gestiona Radio)
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